Durante la tercera semana de diciembre se sucedieron en la Bahía de Santander una serie de mareas vivas que dejaron al descubierto superficies de intermareal
más extensas de lo que suele ser habitual. Esto se traduce en más zonas para observar limícolas y que las especies "nadadoras" estén más concentradas.
Dársena de Raos
Como suelo hacer, empecé el recorrido por Raos, lugar clave para colimbos y negrones en inviernos anteriores. Éste sin embargo está siendo de lo más raro, pues aún no he visto ni uno siquiera, cuando hace un año por estas fechas ya estaba saturado de ellos... Habrá que darles más tiempo.
Garza real
Después a la Ría de Boo. Tampoco había nada interesante, y me centré más en las anátidas y resto de habitantes de la colindante Marisma Blanca.
Ría de Boo
Cormoranes grandes
Fochas comunes
Aguilucho lagunero
Luego tocó una visita a la Ensenada de San Bartolomé, donde desde hace años contamos con la presencia de varios negrones especulados que se
quedan durante todo el invierno, pero por el momento al igual que los negrones comunes éstos aún no han aparecido.
Ensenada de San Bartolomé
Además de 3 zampullines cuellirrojos, lo que si había era mucha gaviota, garzas, espátulas y limícolas (archibebes claros, andarríos, zarapitos...) a parte de las habituales concentraciones de cientos de silbones y ánades rabudos.
Concentración de garzas y gaviotas
Ánades rabudos
Charrán patinegro
Andarríos chico
Vuelvepiedras
Me acerqué un momento a la Ría de Cubas por si hubiese aparecido el águila pescadora que nos ha acompañado durante los últimos años, pero no fue el caso.
Ría de Cubas
Y de allí a la Junquera, uno de los lugares que más me gustan de la bahía.
Lo primero que vi al llegar fue un grupo de 5 barnaclas carinegras.
La Junquera
Barnaclas carinegras
Muy a lo lejos, se distinguía la silueta de una serreta mediana...
Serreta mediana
Y por supuesto, limícolas por doquier: Correlimos comunes y tridáctilos, chorlitos grises y dorados, zarapitos reales, chorlitejos grandes, vuelvepiedras...
Concentración de limícolas
Zarapitos reales
Correlimos comunes
Chorlito dorado
Chorlito gris y Correlimos común
Vuelvepiedras
Al día siguiente de esta incursión, me acerqué con Javi Hernández a un carrizal de Guarnizo donde hace bastante tiempo me dijeron que era
posible ver escribanos palustres... y esta vez sí que hubo suerte.
Guarnizo
Escribano palustre
Terminamos la mañana en el Puerto de Pedreña. Unas lejanas espátulas, zampullines cuellinegros, algún cormorán moñudo...
Puerto de Pedreña
Espátulas comunes
Zampullines cuellinegros
Cormorán moñudo
...y la observación del día: Una pareja de porrones bastardos.
(Nadaban muy a lo lejos, más cerca de Santander que de Pedreña).
Porrones bastardos
Y así terminó la jornada. ¡Espero que os haya gustado!